Fecha última actualización: 2020-05-25
La auditoria, en su acepción más general y en sus inicios era una aplicación de los principios de la contabilidad, basada en el examen y verificación de las actividades, registros e informes relacionados con los bienes de las empresas para observar su exactitud, realizada por especialistas en contabilidad quienes deben ser distintos de los que confeccionan / realizan dichas actividades.
Su importancia es reconocida desde los tiempos más remotos, teniéndose conocimientos de su existencia ya en las lejanas épocas de la civilización sumeria, en la primera mitad del tercer milenio antes de Cristo.
El termino auditor, para designar a quien practica esta técnica, apareció a finales del siglo XVIII, en Inglaterra durante el reinado de Eduardo I.
En diversos países de Europa, durante la edad media, muchas eran las asociaciones profesionales, que se encargaban de ejecutar funciones de auditorias, destacándose entre ellas los consejos Londinenses (Inglaterra), en 1310 y el Colegio de Contadores de Venecia (Italia) en 1581.
La revolución industrial, desarrollada en la segunda mitad del siglo XVIII, imprimió nuevas direcciones a las técnicas contables, especialmente a la auditoria, pasando a atender las necesidades creadas por la aparición de las grandes empresas.
Ya en 1845, la Ley de Consolidación de Compañías Ferroviarias (Railway Companies Consolidation Act) obligaba a la verificación anual de los balances por parte de los auditores.
La pregunta que surge luego de estos antecedentes es ¿son necesarias en una empresa pequeña o mediana, dedicada a actividades aeronáuticas, las prácticas de la auditoría? La respuesta queda a cargo del nivel directivo de dichas empresas, luego que hayan analizado los capítulos siguientes, en lo que considero que es un aporte (no descartable a priori) para mejorar la eficiencia de las actividades empresarias.
Inicialmente, la auditoria se limito a las verificaciones de los registros contables, dedicándose a observar si los mismos eran exactos.
Por lo tanto esta era la forma primaria: Confrontar lo escrito con las pruebas de lo acontecido y las respectivas referencias de los registros. Expresado en otros términos: realizar el examen de todas las anotaciones contables, a fin de comprobar su exactitud, así como la veracidad de los estados o situaciones que dichas anotaciones producen.
Un ejemplo de esta actividad es la verificación que cada gasto tenga un comprobante del mismo y se encuentre asentado en los registros contables.
Tomando en cuenta estos conceptos podemos decir que la auditoria es la actividad por la cual se verifica la corrección contable de las cifras de los estados financieros. Es la revisión misma de los registros y fuentes de contabilidad para determinar la razonabilidad de las cifras que muestran los estados financieros emanados de ellos.
Con el tiempo, el campo de acción de la auditoria ha continuado extendiéndose; no obstante son muchos los que todavía la juzgan como portadora exclusiva de aquel objeto remoto, o sea, observar la veracidad y exactitud de los registros, actividad que es incumbencia de los profesionales de la contabilidad.
Sin embargo hoy en día se realizan otros tipos de controles tales como las auditorías de calidad (por ejemplo, verificación del cumplimiento de normas ISO y OSHAS) que pueden ser realizadas por ingenieros que han calificado para esta actividad ante los organismos de control existentes (por ejemplo Bureau Veritas).
El objetivo de la Auditoria consiste en apoyar a los miembros de la empresa en el desempeño de sus actividades. Para ello la Auditoria les proporciona análisis, evaluaciones, recomendaciones, asesoría e información concerniente a las actividades revisadas.
La auditoría, por lo tanto, no interactúa con las operaciones de la empresa, sólo realiza lo que considera necesario para mejorar la eficiencia de la misma.
Los miembros de la organización a quien Auditoria apoya, incluye al Directorio y las Gerencias. En el caso de empresas pequeñas a su dueño o en quien éste ha delegado la dirección de la misma.
Los fines de la auditoria son los aspectos bajo los cuales su objeto es observado. Podemos escribir los siguientes:
La finalidad detallada en el punto 6. c. es la que puede realizar un ingeniero o un técnico que conozca muy bien la actividad que desarrolla la empresa y haya sido capacitado en los procedimientos de auditoría, sin descartar que los otros puntos puedan ser realizados por un ingeniero o técnico con conocimientos en contabilidad y / o finanzas.
Los variadísimos fines de la auditoria muestran, por si solos, la utilidad de esta técnica, que no debe entrar en colisión con otros procedimientos utilizados para mejorar la eficiencia, tales como el control de gestión, sino que deben complementarlos.